martes, 21 de julio de 2015

SWEET LAB: TARTA DE MANZANA


  Y para hoy, ¡otro post dulce!
  ¿Recordáis que en el último post comenté que hice una tarta de manzana mientras esperaba que el Helado de Pitufo cuajase? ¡Pues esta es! Ya veréis, es tan fácil de hacer, que cualquier momento tonto os parecerá perfecto para poneros a hornearla.


Los ingredientes son estos que veis en la imagen:
4 Manzanas
180 gr Harina
1/2 sobre Levadura (unos 8 gr)
2 Huevos
100 gr Azúcar Moreno
175 ml Leche
Mermelada de Albaricoque


  Lo primero, precalentar en horno a 180ºC. 
  A continuación, pelamos dos de las manzanas y las cortamos en daditos; el tamaño no es que importe mucho, las vamos a triturar después...


  Echamos ahora todos los ingredientes en el vaso de la batidora. Por lo general lo primero que echo es la manzana, porque la tengo preparada ya, y luego la leche, los huevos (echarlos primero en un vaso para evitar polizones), el azúcar, la harina, la levadura... ¡y a darle caña! (Poner la tapa, no vayáis a liarla...) 


  Por cierto, que no lo he comentado, pero tamizar siempre, siempre, siempre la harina, ¿la razón? mirad la imagen de arriba (lo parece, pero no es el tambor de la lavadora). Esas piedrecitas tan majas, pueden arruinarte la tarta, porque no es agradable morder un trozo y encontrarte una bolita de harina cruda. Así que ya sabéis, no seáis vag@s, y ¡tamizar!
  Y si no tenéis un tamizador como el mío (es de los amigos suecos), también vale un colador.
  Ah, que se me olvidaba: la levadura la añado al bol de la harina siempre, de forma que lo tamizo luego todo junto.


  Bueno, pues ya estamos triturando... Me estoy dando cuenta de que si miras la primera foto sin mucha atención como que parece otra cosa... Pero nada, seguir triturando hasta que os quede una masa homogénea.


  Lo he puesto casi al final, pero una de las primeras cosas que hago cuando voy a hornear además de encender el horno, obviamente, es preparar el molde. Le unto la mantequilla, la cubro con harina procurando no dejar pegotes, y luego lo meto al frigo (esto último necesario no es, es más una manía mía).


  Vertemos la masa en el molde y entonces, pelamos y laminamos las otras dos manzanas; la razón de no hacerlo al mismo tiempo que las otras, es que se oxidan. Generalmente esta tarta la hago en un molde de 24 cm, pero como el único que tenía a mano en mi casa era uno de 20, con una manzana fue suficiente (la que sobró la tengo muerta de risa en el frigo).
  Cubrimos la masa con las láminas solapándolas ligeramente, y al horno, manteniendo los 180ºC, unos 45 minutos.


  Cuando el tiempo haya terminado, sacamos la tarta, y con la ayuda de un pincel, le untamos la mermelada de albaricoque, que le dará un sabor mucho más rico; ¿la cantidad? al gusto de cada uno. 
  Et voilà, ¡tarta terminada!


  He aquí el interior de la tarta. El plato naranja no tiene precio, lo sé, pero era lo que había en casa de mis primos (es curioso, pero las enanas se quedaron con los platos buenos y a los mayores nos tocaron los de plástico; ¡no son listas ni ná!)
  Suele quedar más abizcochada, pero teniendo en cuenta que la hice en mi horno (dinosaurio), está muy bien (donde esté el horno nuevo de mis padres...) y de sabor, estaba buenísima.

  Veréis que en la foto de presentación he dejado el molde: la razón es que así es más fácil transportarla; suelo dejar también el papel de horno, para que pasarla a un plato sea sencillo, y evitar así que utensilios cortantes rayen el molde (emoticono que enseña los dientes).
  Mi plan sería perfecto si: no me dejase los moldes allí donde voy; soy una pena de tía, lo sé.

  Como veis es súper sencilla, con ingredientes básicos y que no lleva mucho tiempo, así que, ¿os animáis a hacerla?
  ¡Nos vemos!
                                                                                                     M..

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