Sí,
Nuditos, esta tarta es lo que parece: ¡una pedazo de mierda! (txorongo, zurullo, mojón...) Pero la del emoji, eh, que si por un casual se os ocurre mirar en google y solo ponéis 'poop cake' en el buscador, salen cosas un poco/muy desagradables (venga, pinchad
aquí que lo estáis deseando...)
Esta simpática
kakita es la tarta que le hice la semana pasada a Iceman para su cumple (fresquísima está, como veis 😈)
Enredando estaba un día en
Pinterest cuando descubrí las
emoji poop cake y claro, tenía que hacer una. Mi víctima, pues estaba por ver: una opción era mi hermano, evidentemente, y otro mi primo el Adolescente Pedorro (cada día que pasa un poco menos adolescente... ¿quién le ha dado permiso para hacerse mayor??) Ya tenía otra tarta pensada para el segundo, además de que si le regalo una kaka le puede dar un tabardillo, así que el agraciado fue... ¡Iceman!
El bizcocho, pues lo hice con el archiconocido molde de la muñeca espantosa de Wilton (en serio, señor@s de la marca, creo que me he ganado ya algún soborno... digo regalo por su parte...)
Lo del agujero no fue cosa mía, al menos voluntaria, la causante fue una burbuja de aire que me obligó a adaptarme: en lugar de capear y rellenar el bizcocho, lo que tuve que hacer fue dar forma a ese agujero y rellenarlo directamente con la crema de trufa. A la hora de servir iba a ser más rollo, pero, ese corazón de chocolate iba a sorprender seguro...
Giramos el bizcocho y nos ocupamos de darle la forma enroscada del txorongo. Para ello, señalamos primero la curva con un hilo a modo de guía, y cuando hayamos dado con la forma deseada, la marcamos con la ayuda de una esteca. ¿Ya lo tenéis? Pues cambiamos de esteca y 'tallamos el camino'; y seguimos después con un cuchillo, procurando dar a los bordes una forma más o menos redondeada (e intentando no escarbar tanto como para llegar al relleno... que casi me pasó en algún sitio...)
Bueno, pues vamos a hacer ahora la cumbre del mojón: cogemos algunos trozos de bizcocho de los que hemos quitado antes, amasamos, le añadimos crema de cacao-avellanas-azúcar (si recibo algún soborno diré marcas... o puede que no, según me de...), mezclamos bien y...
💥 💥 💥
¡¡ADVERTENCIA!!
Las siguientes imágenes pueden dañar seriamente la sensibilidad del lector. Si usted se considera especialmente aprensivo, por favor, evite las siguientes imágenes.
💥 💥 💥
Efectivamente, la masa la había hecho yo, con bizcocho y chocolate, de hecho este último lo olía sin ningún problema, y aún así el mojón quedó tan realista ¡que me estaba dando un ascazo tremendo!! En serio, ¿quién necesita comprar mierdas de plástico cuando con dos ingredientes tan inocentes se puede hacer algo tan grotesco como lo que se ve ahí arriba?? Si dependiendo de la temperatura ambiente ¡te aseguras hasta las moscas!
Bueno, venga, ya, vamos a volver a la tarta:
Coronamos el bizcocho con el mini zurullo y lo cubrimos con la crema. Cuando veáis que se empieza a amotinar (osease, cuando parece que cada vez que pasas la espátula te la llevas) es el momento de meterla al frigo para que se endurezca.
Aprovechamos entonces para hacer la carita: amasamos fondant blanco primero, y recortamos los ojos y la boca, y luego con el negro, haremos las pupilas.
Sacamos de nuevo la tarta y terminamos de darle forma, con la espátula o con las manos directamente, que es como lo hice yo (como el choco se habrá endurecido no os ensuciaréis nada de nada... bueno, un poco de grasilla sí que tendréis...)
Le pegamos la boca y los ojos...
...y al sacarle la foto me di cuenta ¡del pedazo de buzón de correos que le había puesto por boca! Si miráis la del emoticono, es bastante más pequeña que los ojos, así que la reduje... y saqué fotos... y la reduje otra vez, pero esta fue la buena, porque había acertado con el tamaño.
¡Y así de espléndida quedó la kaka! ¡Si hasta purpurina tiene!!
Es una pena que solo pueda enseñárosla en foto, porque quieras que no, no se aprecia lo magnífica y realista que quedó de textura y todo... 😝
Peeeeero, aquí os dejo un primer plano del mojoncillo que tanto asquete daba. Y llegados a este punto, podría relataros los comentarios que hizo mi hermano cuando descubrió su tarta, que le esperaba sonriente en la nevera, porque él puede ser/es bastante más escatológico que yo... pero mejor no, que ya os he revuelto bastante el estómago con 'las imágenes'
Como no podía ser de otra forma, aprovechó la oportunidad para hacerse unas cuantas fotos en plan desagradable (él idea, yo fotografío... y nuestra madre no mira como pensando: ¡¿qué se supone que voy a hacer con estos dos?!), pero si quiere
enseñarlas es cosa suya... Lió hasta a su perro, Bestia Parda (que todo lo que tiene de grande lo tiene de tonto/bueno; el Peludo, el mío, optó por hacerse el invisible, lo que le funcionó bastante bien, por cierto...), que claro, teniendo tan suculento manjar a escasos centímetros, pues se mostró poco colaborador...
Porque después de degustarla os diré que: ¡estaba de la leche! En palabras de Iceman, 'bua, es una bomba, qué buena'; y si os cuento además que al día siguiente mejoró... ¡las botas se puso el Pedorro!!
Conclusión: tengo que hacer esta tarta otra vez; ya ronda por mi cabeza una versión Txorongo navideño... 😈
Y con estos devaríos me despido, que con el día que hace, el mejor plan que se me ocurre ahora mismo es hacerme bolita en el sofá... aunque probablemente termine cogiendo el ganchillo...
¡Os deseo un feliz y oloroso resto de semana, y mejor fin de semana! (No sé cuántos wassap habré mandado con la foto de la kaka y más o menos el mismo mensaje, jeje)
¡Sed buenos!