O sea, la cerveza... ¡Qué sí, Nuditos, que hoy tenemos una tarta borracha!!! ¡Bieeeeeeeen!! Por cierto, ¿os gusta la cerveza Guinness? (¡Oh, qué buena está!...)
Esta es la última tarta que he hecho, para el cumpleaños de mi tío (el Heavy), y siendo hoy el día de San Patricio (patrón de los irlandeses, por tanto también de esta cerveza), no podía dejar pasar la oportunidad de hablaros de ella. La receta que usé fue esta de María Lunarillos, y aunque en un principio me parecía que iba a ser demasiado dulce, al final resultó estar riquísima... 😋
Bueno, pues la idea era hacer una tipo Naked Cake: o sea, bizcocho, crema, bizcocho, crema y bizcocho y ya está...
Esta es la última tarta que he hecho, para el cumpleaños de mi tío (el Heavy), y siendo hoy el día de San Patricio (patrón de los irlandeses, por tanto también de esta cerveza), no podía dejar pasar la oportunidad de hablaros de ella. La receta que usé fue esta de María Lunarillos, y aunque en un principio me parecía que iba a ser demasiado dulce, al final resultó estar riquísima... 😋
Bueno, pues la idea era hacer una tipo Naked Cake: o sea, bizcocho, crema, bizcocho, crema y bizcocho y ya está...
...pero con esta kaka de bizcochos que salieron, tuve que hacer cambio de planes. Si no son los más feos del mundo, ¡andan cerca! El caso es que cogieron tanto gusto al molde donde los horneé, que luego hicieron casi lo imposible por no abandonarlo... El resultado, ese gran churro que veis en la imagen 🙈🙉🙊 (¿Que la culpa es mía porque en la receta habla claramente de un molde desmontable y yo me lo pasé por el arco del triunfo? pues también)
Pues nada, a recortar que me puse de aquí y allá para dejarlos lo mejor posible...
La cobertura es muy fácil de hacer y también viene en la receta, así que rellené con ella el primer piso, coloqué el segundo, puse más crema, tapé con el tercero, y como los bizcochos seguían estando feos con ganas (y que alguno se rompió), pues terminé envolviéndolos también. Metí la tarta en el frigo a continuación, a ver si con el frío la crema y los bizcochos se compactaban, porque no tenía del todo claro que aquello no fuera a desmoronarse...
Repetí el proceso varias veces: capa de cobertura en la tarta y unos horas al frigo... Y en la última salida coloqué lo que quedaba de la crema en la parte superior de forma que simulara la espuma tan típica de las Guinness; luego se fue otra vez al fresco para que se endureciera y no terminara toda ella por el plato (en tensión continua andaba, vaya...)
Tocaba hacer el artilugio que sostendría la lata con el material que veis en la imagen: pajitas, alambre y alicates. No hay fotos del proceso porque lo hice de tirón, pero básicamente lo que hice fue una especie de horquilla con el alambre que coloqué justo donde la doblez, y luego la tapé colocando una pajita en la parte de arriba y otra en la de abajo, y ya está.
La pinché en la tarta, coloqué la lata y como aquello no se derrumbó, pues con la ayuda de una espátula subí parte de la crema por la pajita...
...y así conseguí que parezca que la tarta está siendo 'bautizada' con cerveza, ¡Ta-chaaaaan!
No es de las tartas que más bonitas me han quedado, pero se parece mucho a la idea que tenía en un principio, lo que no está nada mal.
Después de comer, cuando llegó el momento del postre se hizo el primer corte y... ¡la puñetera estaba perfecta! Vamos, ¿que los bizcochos eran horribles y quebradizos? ¡Si están estupendos!! 😁
Pero lo que fue buena de verdad fue la cata, a pesar de que al leer la receta me parecía que tenía demasiado azúcar, ¡aquello estaba buenííííísimo!! Como hubiese dicho mi señor padre: ¡Cojonudo!!
Así que Nuditos, os animo a que probéis esta receta ¡sí o sí! Que no hace falta que os liéis tanto como yo, con hacer la tarta tal cual nos cuentan en María Lunarillos es suficiente.
Y nada lo dicho, siendo hoy el día de San Patricio, ¡os deseo un feliz día cervecero!! Quien sabe, lo mismo encontráis un trébol de cuatro hojas... ¡o un Leprechaun!!! (que los vapores del alcohol no tendrán nada que ver, qué va... 😈)
...Me estoy acordando de una juerga que nos corrimos tal día como hoy en la Fontana de Oro de Madrid hace como mil años, en la que nos bebimos cinco pintas cada uno (las mías eran Guinness, por supuesto) y en las que no sé cómo no terminamos por los suelos... ¡Pero qué bien lo pasamos!! 😃 ¡Y vimos a Constantino Romero!! (Esto es cierto, cierto, y hasta habló con nosotros, pero no me acuerdo qué nos dijo... Probablemente que íbamos bien guapos con los gorros de la ya mencionada cerveza negra que nos habían regalado en el bar... 😂)
Bueno y después de contaros esta batallita sé que no queda nada serio, pero: sed buenos, Nuditos, y cuidado con el alcohol.
¡Nos vemos!