martes, 4 de agosto de 2015

CROCHETMANIA: ZAPATILLAS ANNA


  ¿A que echabais de menos las princesas? Ya veréis cuando os enseñe la que estoy liando para las vacaciones... La verdad es que ando enredadísima cosiendo, todo el día metida en la habitación/taller, pero sé que va a merecer la pena. 
  Bueno, vale, de vez en cuando salgo de mi guarida y me siento en el sillón. Podría quedarme allí tranquilita, pero no sé, ¿dedicarme solo a ver la tele? ¡Qué locura! Además que me hago bolita y me quedo dormida (el sábado hasta las 6 de la mañana nada menos)
  Pues eso, que es entonces cuando cojo el cuaderno y el portaminas, o el hilo y el ganchillo, y dibujo las viñetas o crocheteo cosas como estas: unas zapatillas inspiradas en Anna la de Frozen.
  En realidad no son estas las primeras que hice, fueron unas inspiradas en la reina Elsa, pero una Princesa pasó por mi casa y se las llevó. A ver, que eran para ella, de hecho me vino muy bien que ese fin de semana se quedara a dormir en mi casa para ir probándoselas según iba tejiendo, pero la muy bruja preguntaba una y otra vez: pero son mías, ¿no? Y aunque en principio estaba pensado que las dejase en mi casa para cuando viene, no pude decirle que no cuando me puso ojitos como los del Gato con Botas de Shrek (sí esos).
  Y entonces pensé: puedo hacerle otras... o hago unas para regalárselas a mi otra primita, la Pirata.


  Los materiales ya los veis: hilo azul, rosa y verde, gancho de 3.0 mm, aguja, goma eva (para la suela) y una plantilla. Para hacerla, nada tan fácil como plantar el pie sobre un folio y dibujar el contorno; se arregla un poco la forma, et voilà! Y lo mejor de todo, ¡el método sirve para todos los pies del mundo!


  Lo primero, dibujamos el contorno de la plantilla en la goma eva y lo recortamos. Recordad que tenemos un pie derecho y otro izquierdo, así que si no habéis girado la plantilla al dibujarla, dar la vuelta a la pieza ya cortada (haced una marca con el lápiz y no os haréis un lío luego). Las guardamos hasta que las necesitemos.


Y ahora empezamos a tejer siguiendo el patrón:

        Abreviaturas:
               pb = punto bajo
               aum = aumento
               cad = cadeneta
               pe = punto enano
               dis= disminución

        V1= 6 pb en anillo mágico [6]
        V2= 1 aum en cada punto [12]
        V3= 1 pb, 1 aum; repetir alrededor [18]
        V4= 2 pb, 1 aum; repetir alrededor [24]
        V5= 3 pb, 1 aum; repetir alrededor [30]
        V6= 4 pb, 1 aum; repetir alrededor [36]
        V7= 5 pb, 1 aum; repetir alrededor [42]
        V8-20= 1 pb en cada punto [42]


  A partir de aquí, trabajaremos en filas, aunque como vais a ver, mantengo la numeración porque me parece que es más fácil.
        F21-54= 1 pb en los siguientes 28 puntos, 1 cad y girar [28]


  Cerramos la parte trasera de la zapatilla: juntamos derecho con derecho, y entonces metemos el gancho en la primera anilla de un lado y en la primera del otro; y así hasta el final. Hacemos un nudo y dejamos una hebra larga que usaremos después.


  Y ahora toca la parte 'complicada', principalmente porque a ver si soy capaz de explicar cómo la hice... Introducimos el gancho en la costura trasera, y atamos el hilo con 1 cad. A partir de aquí tejemos haciendo puntos cada 2 filas, como marcan las flechas de la foto; del agujerito intermedio nos olvidamos.
        F1= 16pb, 1 dis, 13pb, 1 dis, 16 pb y cerramos cambiado de hilo [50]


  Para cambiar de color, al llegar al último punto hacemos la primera pasada con el hilo azul, pero la segunda, la de cierre, será ya con el rosa; y seguimos con el patrón:
        F2= 18pb, 1 dis, 11pb, 1 dis, 17pb [48]
        F3= 1 pb en cada punto y cerramos con 1pe [48]


  Veréis que nos ha quedado un pico muy feo en la zapatilla... pues tiene solución: sacamos el dichoso pico desde el interior, le damos varias puntada en la tercera fila empezando desde arriba (donde está el alfiler), y lo atamos después a la parte trasera de la zapatilla. ¡Ahora está redondita y mucho más mona!


  El bordado: reconozco que lo hice y lo deshice varias veces hasta que por fin di con las flores que me gustaban. Ya comenté que montar y desmontar es un rollo, pero merece la pena (¡anda, si he usado hilo rosa claro y blanco también!).


  Y por último, nos toca colocar la suela. Cuando hice el primer par de zapatillas no estaba segura de si se las iba a poner o no, pero entonces la Princesa se puso a bailar en la sala y se pegó un señor patinazo, entonces sí que sí había que ponerle algo. No sé si la goma eva es lo más adecuado, ni sé si aguantará, pero bueno, hay que probar, ¿no?


  Y este es el resultado, ¿os gusta?
  Y para que veáis que yo no miento nunca (básicamente porque luego hay que mantener la mentira y eso da mucha pereza), aquí os dejo la foto que me dio tiempo a sacar de las de la reina Elsa.


  ¡Nos vemos!
                                                                                                                     M..

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