WITHOUT THIMBLE: ALEGRÍA -DEL REVÉS- (CARNAVAL 2017.II)

  Si hay un personaje que le pegue a la Princesa ese es el de Alegría, ¡qué felicidad de niña! Por eso, cuando hablamos de disfrazarnos de Del Revés, su papel estaba clarisísimo.

  En cuanto al color, de las cinco emociones de la película, curiosamente Alegría es la que más me chirría al ojo: Tristeza es azul, Miedo morado, Asco verde, Ira rojo... pero, ¿qué pasa con Alegría? es amarilla, tiene pelo azul y un vestido verde, ¿quéeeeee? Todos llevan otros colores, pero en la imagen general su color principal predomina, menos ella, cosa que me extrañó todavía más cuando me enteré de que se supone que es una estrella: ¿no debería entonces ser más amarilla??
  Justo por eso, pasé olímpicamente del vestido verde pistacho deslavado (que además, a ver dónde encuentras una tela de ese color... [y luego mi prima aparece con unos pantys del mismo, ¿cómo?]) y decidí que sería amarillo chillón.
  Pero el raso que veis en la imagen no fue mi primera elección, no... Debido al frío que pasamos el día de San Sebastián, estaba decidida a no sufrir más, por eso compré una tela con base de espuma, para poder así confeccionar un vestido/abrigo ideal. ¡Pero me lo cargué! Primero, no me di cuenta hasta que cosí la manga de que no había arreglado la sisa, que ya en el patrón de Alicia en el País de la Maravillas estaba pelín justa... y luego comprobé que el muy puñetero ¡se había encogido! Y eso que solo le enseñé la plancha a las costuras... Total, a la basura que se fue.
  Y empezó el segundo Round, con un raso amarillo esta vez, y que por suerte gané (menos mal, si no hubiese considerado seriamente plancharme la cabeza...)

  Además de la sisa, tuve que alargar ligeramente el cuerpo (que mi pegote crece a una velocidad...) Pero con esto controlado, la costura fue cuestión ¡de un ti-ta!

  El cuerpo lo corté en el raso y también en un algodón, para darle mejor aspecto: se cosen primero los hombros, se plancha abriendo costuras y hacemos lo mismo con los costados.

  Juntamos ambos escotes, derecho con derecho, y los cosemos. Hacemos varios piquetes (importantísimos para que nos queden bien las curvas...), le damos la vuelta, y hacemos un pespunte al canto. Solo nos queda ya plancharlo, y ya que estamos, lo hacemos también en los cruces de la espalda (que habremos remallado juntos en algún momento... ¿dónde estará la foto???)

  Nos ponemos con la manga, en la que planchamos primero el bajo, para que nos sea más fácil hacerlo después, y cosemos luego los extremos. La fijamos en la sisa, procurando que no queden pliegues, haciendo después el pespunte del bajo-manga.

  Le ponemos el velcro al cuerpo, el macho abajo para ocultar enganchones (inevitables con este tipo de cierre...) y la hembra arriba, evidentemente.

  Y con esto tenemos finiquitada la parte de arriba del vestido.

  Nos ponemos con la falda, que como habitualmente, hice con un rectángulo obtenido del ancho total de la tela. Pero esta vez en lugar de fruncirla, lo que hacemos es plisarla; queda menos pomposa, pero más fiel al vestido que lleva Alegría.

  Cosemos el centro espalda, teniendo en cuenta el ancho de los cruces, y planchamos abriendo costuras. Hacemos por último el bajo.

  Y así tenemos listo ya el 'lienzo' para crear el vestido definitivo (así, sin adornos, ¿no os parece una especie de túnica de secta?)

  El tema de la 'deco' la dejé para el final, principalmente porque no tenía claro cómo iba a hacerlo. La primera idea fue optar por un fieltro, pero puesto sobre el raso, como que no tenía mucha gracia. Pensé entonces en lentejuelas, del tipo que utilicé para el vestido de Elsa o las Sirenas de ganchillo. Pues eso, me di un paseo por el chino y cuando tenía las lentejuelas del color adecuado en la mano, descubrí estas tiras de strass de Swarovski (o de su primo pobre) y me dije ¿por qué no?

  Resulta que con el pegamento que tenían se pegaban perfectamente en el raso (lo que pase ya después del lavado es otra cosa...) Cubrí primero el vestido con unas estrellas simples, que quedaban bien pero sosas, así que compré más strass y la estrella se convirtió en una de tipo más elaborada y graciosa.

  Pues ya está, la túnica sectaria se convirtió en un brillante vestido de Alegría.

  Que con una peluca del color azul adecuado y la sonrisa de la Princesa, quedó estupendamente disfrazada.

  En cuanto a la temperatura, el vestido pues calentito no era, pero como contra todo pronóstico el sábado de carnaval tuvimos tiempazo (lo normal en estas tierras es que haga un tiempo asqueroso), pues con un poco de ropa debajo, pudo lucirse en todo su explendor... ¡Y ser reconocida por la gente! ¡Bieeeeeeen!

  Ella estuvo muy metida en su papel, y yo en el mío, pero esto ya os lo cuento en el siguiente post.
  ¡Nos vemos, Nuditos!